Hotel Molino del Arco se localiza en un precioso entorno natural a las afueras de Ronda. Rodeado de olivos y viñedos, el entorno invita a la relajación, siendo el punto de partida perfecto tanto para visitar la ciudad como para disfrutar de su serranía.

En el repartimiento realizado por los Reyes Católicos tras la conquista de Ronda en 1485, D. Diego Clavero recibió esta heredad de olivar y viñedos que en el siglo I d.C. formó parte de los territorios de la antigua ciudad romana de Acinipo. A finales del siglo XVII, D. Bartolomé Clavero, aprovechando restos romanos y de una antigua edificación musulmana, construyó en esta finca un molino de aceite conocido en la época por el nombre de El Molino Nuevo, y que con el paso del tiempo pasó a denominarse El Molino de Clavero y, finalmente El Molino del Arco. Sus descendientes lo transformamos en hotel en el año 2004.

Las habitaciones y suites del hotel presentan una decoración noble, inspirada en las casas de Ronda. Todas tienen aire acondicionado y baño privado con secador de pelo y artículos de aseo.

Los salones han sido concebidos para que te sientas como en casa. El salón principal es más sociable y se abre al patio central en el que, en pequeñas mesas, el viajero puede tomar lo que quiera y cuando quiera gracias a su Honesty Bar. Para una reunión más privada o para disfrutar de una sesión de cine entre amigos, al otro lado del patio, hay otro salón más íntimo y cálido, con techos abuhardillados y grandes vigas de madera.

El restaurante, con menú a la carta, abre todos los días. El hotel alberga una bodega grande y una cafetería. Además, se preparan almuerzos para llevar bajo petición previa.

La piscina, rodeada de césped, permite el bronceado y el descanso a los amantes del sol. Frente a Ronda y apartada del edificio encontrarás el refresco necesario en los días de verano.

Las estaciones de tren y autobús de Ronda están a 19 minutos, mientras que el centro de Ronda se encuentra a 20 minutos en coche del establecimiento.