El primer fin de semana de febrero, el pintoresco municipio de Serrato, en la provincia de Málaga, se convierte en el epicentro de una de las celebraciones más antiguas y entrañables de la región: La Candelaria. Una fiesta que, a través de las llamas de una inmensa hoguera, da rienda suelta a la unión de los serrateños, tanto a los que habitan en el pueblo como a aquellos que han partido hacia otros destinos, pero que no se pierden la cita con la tradición.
Ubicado en la Serranía de Ronda, limitando al norte con la comarca del Guadalteba y al sur con la de la Sierra de las Nieves, Serrato se viste de fiesta para recordar su origen y mantener viva una tradición que se remonta a los primeros días del municipio. La fiesta, organizada con esmero por la Asociación Juvenil «6 de Diciembre», revive una costumbre que marcaba el final de la temporada de la tala de olivos, una labor agrícola fundamental para la economía local.
- Una tradición con raíces en el campo
El vínculo de Serrato con los olivos es tan antiguo como el mismo pueblo. En esta época del año, cuando el frío invernal aún se mantiene firme, la comunidad se reúne para celebrar la Candelaria, una festividad que da cuenta de los esfuerzos del campo. El «ramón», nombre que recibe la leña recolectada durante la poda, se convierte en el centro de la fiesta. Los miembros de la Asociación Juvenil «6 de Diciembre», junto con otros voluntarios, recogen grandes montones de ramón que se apilan cuidadosamente en la plaza del pueblo, creando un altar de madera que será el punto de inicio de la gran hoguera.
El acto central de la celebración es la quema del ramón, que se enciende al caer la noche. Las llamas iluminan el cielo invernal, generando calor y un ambiente acogedor, mientras la comunidad se agrupa alrededor del fuego. La hoguera no solo cumple una función simbólica, sino también práctica: con el calor de los rescoldos, los asistentes cocinan carnes, creando una atmósfera de camaradería que enriquece la noche.
- Un evento que une a todos
Lo que hace única a La Candelaria de Serrato no es solo su origen agrícola, sino su capacidad para reunir a personas de todas las edades y de todos los rincones del mundo. A lo largo de la noche, el municipio se llena de risas, bailes y juegos tradicionales, mientras el fuego arde y se convierte en el punto de encuentro para compartir historias, canciones y momentos de felicidad.
Esta fiesta es un recordatorio de la importancia de la comunidad, de cómo las tradiciones pueden resistir el paso del tiempo y adaptarse a las nuevas generaciones. La Candelaria no es solo un acto de memoria colectiva, sino una experiencia sensorial que combina el calor del fuego, el sabor de los manjares cocinados con mimo y el sonido de la música popular.
- Un escenario natural incomparable
La Candelaria se celebra en un entorno natural que no hace más que realzar la magia de la fiesta. Serrato se encuentra en la Serranía de Ronda, una zona de contrastes paisajísticos que combina montañas, valles y olivos centenarios, rodeado por un paisaje que hace de la celebración un evento aún más especial. La cercanía de la Sierra de las Nieves y su naturaleza escarpada dan al municipio una belleza única, mientras el aire fresco de la sierra y el aroma de la leña quemada completan la atmósfera de esta fiesta mágica.
Si eres un amante de las tradiciones, de la cultura popular o simplemente buscas una experiencia única en la que el fuego, la música y la comida se fusionen en una celebración alegre y cálida, no puedes perderte La Candelaria de Serrato. Este sábado 1 de febrero, el pueblo te espera con los brazos abiertos para compartir una noche que, más allá de la hoguera, es una verdadera celebración del alma serrateña. Un reencuentro con el pasado, un homenaje al presente y una promesa de futuro para esta comunidad tan especial en la Serranía de Ronda.
La Candelaria es mucho más que una fiesta: es un vínculo de unión que arde con fuerza, como el fuego que ilumina la noche serrateña.
La Candelaria de Serrato
CARTEL OFICIAL
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